

Nuestra Señora de la Paz
El Salvador
Fiesta central: 21 de noviembre
En El Salvador, en la iglesia de San Miguel, se venera la imagen de Nuestra Señora
de la Paz. La Virgen tiene en su brazo izquierdo al Niño Jesús y en el derecho una rama de palma u olivo, como símbolo de
la paz.
Cuenta la historia que la intercesión de la Virgen de la Paz fue determinante para
la pacificación del país, agitado por las luchas entre monualcos y migueleños en enero de 1833.
Estos últimos fueron derrotados por el coronel Benítez, quien junto a sus tropas
entró en la ciudad San Miguel. Queriendo dar testimonio de su benevolencia hacia los migueleños y sustentar la paz sobre una
base sólida, mandó sacar del atrio de la iglesia parroquial la venerada imagen de Nuestra Señora de la Paz.
Luego de alinear sus tropas en torno a la imagen, se postró ante ésta y colocó su
espada a los pies de la Virgen, tomándola por testigo. El coronel Benítez volvió a tomar su espada y después de haberle rendido
homenaje a la Virgen la regresó a su Santuario.
Desde este momento llegó la paz a la región y cesaron las revueltas. La imagen de
Nuestra Señora de la Paz fue coronada canónicamente el 21 de noviembre de 1921.
Nuestra Señora de la Paz
Patrona de El Salvador, su festividad se celebra el
21 de noviembre.
Según cuenta la tradición, corría el año de 1682 cuando unos mercaderes encontraron en la villa del
Mar del Sur salvadoreño una caja abandonada; tan bien sellada que no pudieron abrirla con sus herramientas. Seguros de que
contenía algún objeto valioso, se trasladaron a la ciudad de San Miguel, donde había más posibilidades de abrirla. Ataron
la caja a lomo de burra y emprendieron el largo y peligroso camino hasta llegar a la ciudad el 21 de noviembre. Con la intención
de asegurar la propiedad del posible tesoro, se dirigieron primero a las autoridades del lugar para dar cuenta del hallazgo;
cuando al pasar por delante de la iglesia parroquial, hoy Catedral, la burra se echó en tierra decidida a no moverse de ahí.
Sin esfuerzo alguno lograron abrir la caja que contenía una hermosa imagen de Nuestra Señora con el Niño en los brazos.
El
origen de la imagen permanece en el misterio y la leyenda, pues nunca se pudo conocer qué destino tenía aquella caja, ni cómo
llegó a las playas de El Salvador.
Se cuenta que al arribar la imagen había una cruenta lucha entre los habitantes
de la región y al correr la voz del maravilloso hallazgo, todos depusieron las armas e inmediatamente cesaron las hostilidades;
también se refiere que la intercesión de la Virgen fue determinante para la pacificación del país, agitado por las luchas
entre nonualcos y migueleños en enero de 1833.
Estos últimos fueron derrotados por el coronel Benítez, quien junto
a sus tropas entró en la ciudad San Miguel. Queriendo dar testimonio de su benevolencia hacia los migueleños y sustentar la
paz sobre una base sólida, mandó sacar del atrio de la iglesia parroquial la venerada imagen de Nuestra Señora de la Paz.
Luego de alinear sus tropas en torno a la imagen, se postró ante ésta y colocó su espada a los pies de la Virgen, tomándola
por testigo. El coronel Benítez volvió a tomar su espada y después de haberle rendido homenaje a la Virgen la regresó a su
Santuario.
Por esto dieron a la imagen el hermoso título de Nuestra Señora de la Paz, cuya fiesta litúrgica se celebra
el 21 de noviembre, en recuerdo de su llegada a la ciudad de San Miguel.
La imagen de Nuestra Señora de la Paz es de
regular tamaño. Tallada en madera y vestida con ropajes, lleva bordado al frente de la falda de su blanco traje, el escudo
nacional de la República del Salvador. La imagen lleva en su mano derecha una palma de oro en recuerdo de la erupción del
volcán Chaparrastique, que amenazó con hundir a la ciudad en un mar de lava ardiente. Los atemorizados habitantes de San Miguel
colocaron la imagen de Nuestra Señora de la Paz en la puerta principal de la Catedral y en ese mismo momento la fuerte corriente
de lava cambió de dirección, apartándose de la ciudad. En el punto exacto donde la lava torció el rumbo hay un pueblo que
se llama "Milagro de la Paz". Esto sucedió el 21 de septiembre de 1787 y ese día todos vieron en el azul del cielo que el
humo que salía del volcán formaba una palma. Viendo en esto una señal del amparo de la Virgen, el pueblo decidió colocarle
en la mano una palma de oro, semejante a la que habían contemplado en el cielo. Benedicto XV concedió la coronación canónica
de la imagen, que se efectuó el 21 de noviembre de 1921. El orfebre que confeccionó la corona de la Virgen empleó 650 gramos
de oro y muchas piedras preciosas, entre las que resalta una gran esmeralda rodeada de brillantes. El nuevo templo dedicado
a Nuestra Señora de la Paz fue terminado en 1953.
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